Juventud, era la palabra para definirla sin lugar a
dudas.
La decisión mas difícil ya había sido tomada y no me quedaba nada mas
que hacer que seguirla al pie de la letra. Ella en su rostro tenia una expresión
de resignación, como si ya supiera lo que le tocaría “vivir” en cuanto me vio
en la puerta de su hogar.
El motivo? Obligaciones, deudas , deberes, ya ni
importa el por qué, porque queda obsoleto a causa del resultado que llegaba.
Confieso que mataba. Sí así de frio se
puede decir que yo con mis propias manos tomaba el papel de la parca.
No era fácil,
ni tampoco lo disfrutaba, pero siempre preferí que fuera el otro antes que yo. Así
que sin mas a la niña juventud le quite todo lo que tenia. VIDA.
Tomé la pala, la única que me hace compañía en
mis trabajos y excave con todas mis fuerzas hasta caer derrotado. La obediencia
era mi castigo. Justamente era MI castigo no el de los demás. y por mas que lo supiera ellas, las victimas, lo seguían pagando por mi error
No hay comentarios:
Publicar un comentario